Cuando un cliente nos visita con la ilusión de iniciar la construcción de su casa de habitación, toda nuestra atención se vuelca en captar cada detalle de sus esenciales, porque el diseño de un inmueble debe contar una historia.

Paso a paso valoramos cualidades como la vista que tiene disponible; si se ubica en una zona urbana, el crear espacios verdes para interiores, espejos de agua o luz ayudarán a percibirlos como más amplios, además que refrescan la estancia.

En ocasiones no se valora el sentido del tacto, pero el juego de texturas en la arquitectura no solo brinda estética y personalidad, sino que potencia bastante el confort y la identidad de quienes viven en la propiedad. El uso de madera, piedras, concreto o baldosas resultan en un efecto muy original y a la vez versátil.

Cuando hablamos de concepto y diseño arquitectónico estos detalles son fundamentales, pues complacen sentidos. Los espacios deben cumplir funciones sin lugar a dudas, pero también detrás de ellos hay toda una teoría psicológica.

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Es por esto que nuestra firma AD conceptualiza cada proyecto de manera única, buscamos satisfacer a cabalidad el manejo de las estancias, espacios de sosiego y zonas sociales según el estilo de vida de nuestros clientes. La efectividad del diálogo que surge entre nuestro equipo y los dueños debe materializarse, así como reflejarse en toda la estructura.

Existe una tendencia sostenida a una arquitectura más contemplativa, que permita lugares para compartir y de recreo en total armonía. También deben contar con sencillez sofisticada que permita un respiro al exceso de estímulos cotidianos.

Para nuestra filosofía no es válido crear espacios inhóspitos que solo se aprecien y transmitan con accesorios; su distribución y disposición arquitectónica debe ser la fuerza protagonista que propicie sensaciones de acogida.