Con la necesidad imperante de un aprovechamiento máximo del espacio, esta tienda de carros de golf. En el área se debía tener un taller, un espacio para venta, oficina y atención al cliente.
El eje central se centra en el showroom en un nuevo sitio donde el cliente pudiera experimentar de primera mano la calidad de los carros. En este nuevo espacio además se logró incorporar sin sacrificar el confort un área de ventas, área de empleados, oficinas y la zona destinada al taller.
Una distribución arquitectónica que supone que un espacio sin ser diáfano no debe sacrificar la intencionalidad de la marca.